martes, octubre 11

Otra vez....chacales

Y es que, dos chacales en un vagón sentados a la misma altura, cada uno en su trinchera, fue una experiencia de pura adrenalina, deseándose entre ellos discretos, (y yo más deseando su deseo), mirando a ver quién más los deseaba. A simple vista brillaba su chacaless. Es que se miraba desde cualquier puto. Los zapatos, la ropa, el pelo los delataba, finalmente su actitud chacalérrima, tanta seguridad y machería no podía pasar desapercibida, y esta macha, la notó.